¿ Por qué Ayudar ?
Más allá de los esfuerzos del Estado y de organizaciones privadas para protegerlos, existe un grupo significativo de niños y lactantes que han sido vulnerados en sus derechos básicos. Ellos son atendidos en centros administrados directamente por el SENAME u organismos de su red colaboradora.
En Chile, la política de institucionalización es una medida de carácter excepcional y transitoria, pues constituye el último recurso para garantizar desde el Estado la protección de los niños gravemente vulnerados.
En GRADA acogemos a niños y niñas, la mayoría lactantes, especialmente provenientes de sectores desfavorecidos, que deben ser acogidos cuando sus padres presentan algunas alteraciones o situaciones difíciles de vida, por lo que no pueden hacerse cargo de sus hijos de manera adecuada y más aún, muchas veces han presentado conductas de abandono, maltrato, abuso o negligencia con ellos/as.
La pobreza extrema, el abuso de alcohol y drogas, el padecimiento de enfermedades de carácter mental y la falta de redes de apoyo familiar, podrían ser algunas de las causas del problema.
¿POR QUÉ AYUDAR?
Se estima que a lo menos 2.000 niños en Chile entre 0 y 3 años permanecen institucionalizados por diversas causas.
… pero ¿Por qué involucrarnos?
PORQUE SÍ PODEMOS DOBLAR LA MANO AL DESTINO
A menudo no nos esforzamos mucho por ayudar a otros, tal vez porque tenemos la idea de que nuestro «granito de arena» no cambiará el estado de cosas.
En Grada sin embargo, todos somos importantes y tu ayuda si puede ayudar a «normalizar» la vida de un niño y su familia.
Creemos que es el tiempo de compartir lo bueno, lo bueno de la solidaridad, de la preocupación por el otro, de querer un futuro mejor para nuestros niños.
Si crees en el cambio y en un mundo mejor, entonces ven a trabajar junto a nosotros, ayudanos con tu tiempo y cariño.
PORQUE CAMBIA TU VIDA
Ampliar nuestra circulo de aquello que queremos y protegemos, nos genera una gran alegría pero también nos desafía a ser mejores personas y mejores ciudadanos.
Una labor que nos hace sentir orgullosos de lo que somos y de lo que hacemos. Nos hace participes de nuestra realidad y protagonistas del cambio.
Pasamos de la queja, o ignorancia a la acción y compromiso con nuestra comunidad.